Guillermo Peñalver: su imaginación busca mimar al corredor.
Un empresario del deporte con las ideas muy claras. El paulatino éxito ´de su firma y la satisfacción obtenida, han generado en Guillermo una deuda con el atletismo. “Es precisa una nueva generación de profesionales con el lema “cuidar al atleta” para que todos terminen contentos cada prueba; quienes la organizan, quienes corren y quienes la patrocinan.”
Hay que ir más allá del negocio, hay que cuidar al atleta, entender al organizador y, sobre todo, trabajar con pasión. No se trata sólo de ganar dinero, con esa idea no se va a ningún lado. Con estas premisas y mucha imaginación frente a la crisis, Guillermo Peñalver ha creado una marca de prestigio en el mundo del atletismo popular. 42k running es hoy sinónimo de camisetas técnicas de calidad. Guillermo es valenciano y su éxito es el triunfo del empresario que sabe adaptarse a las circunstancias. Apasionado del atletismo popular y de su trabajo, la crisis le sacó de la comodidad y le obligó a reinventarse, ese concepto tan de moda que se puede aplicar perfectamente a este tarado del running, como él mismo se define. Bendita locura.
Un partido de padel fallido le inició en la carrera a pie en 2003 y ya nunca ha dejado de correr. Sus compañeros de partido no pudieron acudir a la cita y, ya que se había propuesto hacer deporte esa tarde, pues se calzó unas zapatillas y salió a correr solo. El resultado a priori no era alentador: 3 kilómetros en total, parando tres veces. Sin embargo, le gustó la experiencia de llegar a casa sudado. Y desde entonces no puede recordar cuántas veces ha disfrutado de esa sensación.
Guillermo ya trabajaba en la empresa familiar de merchandising que creó su abuelo en 1949. Con poco más de 20 años se incorporó al negocio que después iba a cambiar su vida. Ocurrió en 2010, cuando Guillermo se dio cuenta de que las camisetas que regalaban en las carreras populares eran de muy mala calidad, prendas de algodón que generan efecto toalla e irritan la piel.
No tenía sentido dar a los corredores camisetas que luego no podían reutilizar en sus entrenamientos. Y aquí comienza su imaginación y adaptación a la crisis. Él considera que no ha inventado nada, sólo ha hecho accesible el material técnico a los corredores populares. Ésa ha sido su gran aportación; fabricar camisetas que los organizadores se pueden permitir incluir en la bolsa del corredor y cuidar al atleta con prendas que cumplan 3 leyes indiscutibles: transpirables, que no provoquen rozaduras en la piel y que no pierdan el color con los innumerables lavados que precisa la ropa deportiva.
Su empresa tiene 16 empleados, responsables de todo el proceso, elegir el hilo, el tintado y el diseño de las colecciones. Las materias primas y la fabricación son asiáticas, pero desde la hilatura hasta el patronaje, el proceso entero se realiza y controla en la capital del Turia.
42k running ha gestionado 1.500 eventos en 2015, en España, Francia, Italia, Portugal, Irlanda, e incluso en los Emiratos Árabes. Carreras como el Medio Maratón de Madrid, la BBVA, el 15k de Massamagrell, los 10K de Valencia, el medio maratón de Santa Pola o el Maratón Martín Fiz de Vitoria confían en él. Por ejemplo, para la carrera Liberty de este año tendrá que fabricar 13.000 camisetas. Dado que trabaja para organizadores de eventos y clubes, ahora tiene intención de ofrecer sus productos a los corredores en una tienda exclusiva online que irá creando poco a poco.
A todo esto, Guillermo sigue corriendo por las mañanas. A las 6:30 de la mañana sale a correr una horita, unos 10 km. También nada. Unos 50 kilómetros semanales a patita y tres más a base de brazadas. No está nada mal para un aficionado como él.
Le preocupa el cariz que está tomando el atletismo popular, donde ya no se respetan las distancias ni los tiempos, donde hay una verdadera locura por tener nuestra propia foto en las redes sociales cruzando la línea de meta de un maratón, estemos o no preparados para un reto de tal magnitud. Hay que ayudar a los nuevos corredores para evitar las animaladas y las desgracias consecuentes. No se puede tardar más de 5 horas en hacer un maratón porque eso es insano.
Los mensajes que llegan a 42k running a través de las redes sociales muestran a Guillermo y sus compañeros que el camino es el correcto, aunque él cree que este negocio tiene techo. Por eso hay que ayudar y hasta mimar a los corredores. La meta es la profesionalización de organizadores, cronometradores y proveedores. Todo muy razonable, quizás eso de salir a correr tan temprano de verdad te despierta, te relaja y te hace pensar. Habrá que probarlo, ¿no?
Texto: Javier Lázaro
Fotografías: Bárbara Sánchez
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