No hay productos en el carrito.

Suscríbete a nuestro newsletter para enterarte de todas las novedades y promociones, y recibe automáticamente un cupón de descuento de bienvenida en tu email.

42K en el Maratón de Atenas con Julio Mas 1

42K en el Maratón de Atenas con Julio Mas

por Julio Mas

El COO (Chief Operating Officer) de 42K, Julio Mas, fue uno de los más de veinte mil corredores y corredoras que el 12 de noviembre disputaron el maratón de Atenas y nos ha contado en primera persona su experiencia en el más antiguo y también el más mítico maratón del mundo.

Clásico posado ante el mapa del maratón de Atenas
Posando ante el mapa del recorrido del maratón de Atenas, flanqueado por mis amigos Borja y Carles.

Empecé a correr hace unos 30 años, en un tiempo en que no se utilizaba la palabra “running”, cuando en la salida de cualquier maratón en España no formaban más de mil corredores (y muy pocas mujeres) y cuando correr por cualquier ciudad llamaba la atención y atraía miradas de sorpresa y extrañeza.

He perdido la cuenta de las carreras en las que he defendido un dorsal (no olvido la primera, la Volta a Peu València, con 14 años), pero recuerdo cada uno de los maratones que he corrido porque en todos he puesto el alma.

El maratón es una prueba única y siempre he creído que hay que correrla con enorme respeto y eso, en mi opinión, es hacerlo con la máxima ambición personal y con la determinación de agotar hasta el último gramo de fuerza.

He completado los 42,195 kilómetros en 14 ocasiones y, afortunadamente, solo he vivido una vez la desilusión y la ingratitud de la retirada, en Sevilla (2014), aunque eso también forma parte de la grandeza de esta prueba. Preparar un maratón supone entrenar durante meses sabiendo que el día de la carrera te lo juegas todo a una carta y nunca se está a salvo de una lesión, de una caída, de un problema de estómago…

Disputar el maratón de Atenas, un sueño cumplido después de 30 años corriendo

Debuté en maratón en 2005, en Valencia. Desde entonces esta carrera ha formado parte de mi vida deportiva y también, en gran medida, de mi vida profesional como director comercial de 42K, ya que nuestra marca de ropa deportiva ha sido y es marca técnica de innumerables maratones en España, Italia, Irlanda, Portugal, Francia…

He tenido la suerte de vivir el maratón como corredor en escenarios maravillosos: Valencia (en ocho ocasiones), Barcelona (en dos ocasiones), París, Roma y Estocolmo. Pero desde que me enamoré del maratón soñaba con disputar algún día el legendario maratón de Atenas.

Equipación para el maratón de Atenas 2023
La equipación 42K con la que corrí el maratón de Atenas.

Después de muchos años acariciando ese sueño, por fin en 2023 he podido estar en la salida de la localidad de Maratón para enfrentarme al más histórico, al más mítico y, sin duda, al más duro de los grandes maratones. Te cuento mi experiencia en el 40º Athens Marathon y te animo a que vivas algún día en primera persona la indescriptible sensación de gloria que se siente al cruzar la meta en el Estadio Panathinaikó de Atenas.

Maratón de Atenas, un ambiente único

El maratón de Atenas tiene detrás el peso de la historia y de la leyenda, algo que se siente en el ambiente que se vive en la capital griega en los días previos a la carrera. Al cruzar miradas con otros corredores en los sitios más turísticos de la ciudad percibes que compartes una mezcla de ilusión y nerviosismo, que lógicamente es fruto de saber que estás en un lugar mítico y que vas a enfrentarte a un maratón único.

El maratón de Atenas es la carrera más antigua.
El día antes de la carrera se aprovecha para hacer un poco de turismo por Atenas.

Atenas se vuelca con el maratón y se respira maratón por toda la ciudad. Es su gran evento deportivo del año y lo miman de forma especial. El porcentaje de participación extranjera es altísimo y eso se traduce en enormes ingresos económicos para hoteles, restauración, comercio…

Los atenienses viven la celebración de la carrera con alegría y con un tremendo orgullo. Se sienten muy afortunados de ser el origen del auténtico maratón; les gusta sacar pecho y recordar que son la cuna maratón clásico, ‘the authentic’, como aparece en toda la cartelería y publicidad oficial del evento, e incluso figura grabado en la medalla finisher (ver en la foto).

Medalla finisher del maratón de Atenas
«The Authentic», grabado en la medalla finisher del maratón de Atenas

El primer maratón olímpico se celebró en 1896 (un año antes que el maratón de Boston) con motivo de la celebración en Atenas de los primeros Juegos Olímpicos modernos.

La historia nos cuenta que Pierre de Coubertin, que fue el creador de los Juegos Olímpicos modernos con la idea de rememorar los Juegos Olímpicos de la antigüedad (realizados entre los años 776 a. C. y el 393 de nuestra era), recibió la sugerencia de hacer una carrera de larga de distancia inspirada en la leyenda del guerrero-mensajero Filípides, quien corrió desde Maratón hasta Atenas para informar, justo antes de morir, de que los griegos habían derrotado al invasor ejército de Persia en la Batalla de Maratón.

El gran ambiente que se vive en Atenas se traslada a la espectacular feria del corredor que celebra la prueba. He estado en numerosas ferias del corredor de importantes maratones y puedo asegurar que la del maratón de Atenas es una de las que más me ha impresionado. Se instala en el Complejo Deportivo de Faliro, una grandiosa instalación deportiva que fue sede de las competiciones de balonmano, taekwondo y voleibol durante los Juegos Olímpicos de 2004.

Es una feria en la que puedes pasar horas y horas visitando stands de infinidad de marcas deportivas de ropa, accesorios, gadgets… y en la que también exponen muchos otros maratones para captar participantes, sabedores del altísimo porcentaje de corredores y corredoras de todos los rincones del mundo que se dan cita en Atenas.

El maratón de Atenas es el gran acontecimiento deportivo de Atenas.
Después de visitar la feria del corredor tocaba hacer un poco de turismo.

Una organización asombrosa e impecable

El día de la carrera empieza con un importante madrugón. Hay que poner muy temprano el despertador para coger alguno de los centenares de autobuses que te llevan a la línea de salida.

Es absolutamente impresionante el dispositivo de cientos y cientos de autobuses que trasladan a veintitantos mil corredores desde Atenas hasta la salida en la localidad Maratón (maratón es la palabra griega para referirse al hinojo, una planta que abundaba en la zona), que se encuentra a unos 40 kilómetros (la distancia que según la leyenda recorrió Filípides en sentido inverso).

A partir de las 5:30h de la mañana las calles de Atenas son un hervidero de personas y autobuses. Es un despliegue mastodóntico de autobuses, perfectamente distribuidos por diferentes zonas de Atenas y con horarios de salida establecidos previamente.

He trabajado en la organización de carreras y conozco las dificultades que entraña organizar un evento para más de veinte mil personas. Resulta muy difícil imaginar la extraordinaria complicación de organizar el desplazamiento en autobuses desde Atenas a Maratón para más de veinte mil personas y hacerlo con tanta profesionalidad y de una manera tan fluida.

Debo reconocer que no esperaba encontrarme una carrera con un nivel organizativo tan profesionalizado y eficiente; todo, absolutamente todo, está perfectamente organizado para que hacia las 7 de la mañana, dos horas antes de la salida, todos los participantes estén ya en la localidad de Maratón.

Otro ejemplo de perfecta organización es el guardarropía que se instala en la salida. Un equipo enorme de personas de la organización se encarga de la recogida de bolsas y mochilas de los participantes y de inmediato se transporta en camiones a la meta de Atenas, donde multitud de voluntarios lo clasifican por dorsales para facilitar la recogida tras la prueba.

La salida en Maratón, un momento de gran emoción, ilusión y nervios         

Llegamos a la localidad de Maratón a las 7 de la mañana y todavía quedan dos horas para la salida. El ambiente en Maratón es espectacular: una mezcla de emoción, ilusión y nervios. Y esa sensación se va acrecentado a medida que se acerca la hora de la salida. Apenas hay público, pero no se echa en falta porque la animación de la prueba se encarga de generar una enorme expectación y de crear un ambiente de gran emoción.

Tuve la oportunidad de hablar con corredores de diferentes nacionalidades que también debutaban en la carrera, la mayoría con muchos maratones en las piernas, y todos reconocían sentir una emoción especial, una mezcla de sentimientos que no habían experimentado en las salidas de otras grandes maratones.

Cuando el momento de la salida está próximo la animación de la organización no para de alentar a los participantes. Los instantes previos a la salida te ponen los pelos de punta.

Un recorrido único por su dureza y exigencia

Había estudiado a conciencia el recorrido y sabía que me enfrentaba a un trazado complicado y muy exigente. Y así fue. Sin duda, ha sido el maratón más duro que he corrido.

Los primeros 10 kilómetros son llanos y se completan con facilidad, pero a partir de ahí empieza el verdadero maratón de Atenas. Recuerdo ir desde la salida detrás de dos corredores griegos que al llegar al kilómetro 10 se chocaron las manos y se desearon suerte; ellos sabían, seguramente porque no eran debutantes como yo, en qué momento exacto había que empezar a apretar los dientes para plantarle cara a la carrera.

Cuando dejas atrás el kilómetro 10 la carretera se orienta hacia el cielo. Hasta el kilómetro 31 el terreno es de constante ascenso, con algún que otro tramo corto de descenso que permite engañosamente recuperar (mantener un ritmo o un pulso controlado se convierte en tarea imposible). Hay un cinco mil especialmente duro, del 26 al 31, con rampas muy exigentes que obligan a dosificar correctamente las fuerzas porque es muy fácil cometer el error de forzar y pagarlo muy caro más tarde.

A partir del kilómetro 32 el recorrido se suaviza porque empieza el terreno de descenso hacia Atenas, pero las dificultades no han terminado. Para afrontar el descenso hay que estar muy fuerte de cuádriceps porque de lo contrario se puede pasar muy mal en los últimos diez kilómetros.

Entre el 34 y el 36 se empieza a notar una fatiga muscular muy importante, que es el resultado de tantos kilómetros de subida y del cambio de apoyos al correr que obliga a hacer el descenso. A esas alturas de carrera es cuando agradeces muchísimo haber hecho un trabajo de fuerza específico para esta prueba.

Los últimos kilómetros pueden ser tortuosos, muy tortuosos, sin una preparación muscular adecuada. En el maratón de Atenas el famoso muro puede ser más alto y más peligroso que en cualquier otra carrera de 42 kilómetros.

El maratón de Atenas exige una preparación especial

El recorrido se aproxima a los 400 metros de desnivel positivo acumulado y el 80% de esa subida se concentra entre el kilómetro 10 y el 31. Es un maratón en el que es muy difícil coger ritmo, salvo en los diez primeros kilómetros. Hay tramos del recorrido con rampas muy duras que exigen un nivel de preparación física y psicológica especial.

En mi opinión, el maratón de Atenas no se puede afrontar con la misma estrategia de preparación que para un maratón llano como, por ejemplo, Valencia o Sevilla. Sin duda, hay que llegar con un volumen muy importante de kilómetros en las piernas, pero me atrevo a decir que quizá no sea suficiente para tener garantías de cruzar la meta en Atenas. Esta carrera exige una preparación de fuerza muscular especial y también una amplia experiencia previa en distancia maratón.

Sin un trabajo de fuerza muy bien planificado y enfocado a la dureza de esta carrera, el maratón de Atenas no puede afrontarse con seguridad. Si muscularmente presentas alguna debilidad, puede ser muy difícil acabar.

La emoción se desborda al llegar al Estadio Panathinaikó de Atenas  

Si tuviera que quedarme con un recuerdo imborrable del maratón de Atenas, es sin duda la entrada al Estadio Panathinaikó en Atenas.

En el kilómetro 42 hay un curva que te sitúa ante la recta de entrada al estadio. En ese momento los sentidos no son capaces de procesar todo lo que ves y lo que oyes. La emoción se desborda. De pronto te ves corriendo dentro del estadio más mítico del deporte. Las gradas son altísimas y están llenas de gente que aplaude, anima, grita… Levantas la vista y te sientes abrumado con el espectáculo. Da igual cómo hayas imaginado ese momento: la realidad supera cualquier expectativa.

El maratón de Atenas finaliza en el Estadio Panathinaikó
El maratón de Atenas finaliza en el espectacular Estadio Panathinaikó de Atenas, el más antiguo del mundo.

El Estadio Panathinaikó, también conocido como el Kallimármaro (que en griego significa el «mármol hermoso» por estar construido con mármol blanco), acogió en 1896 la primera edición de los Juegos Olímpicos modernos después de haber sido reconstruido sobre los restos de un antiguo estadio datado en el año 329 a.C.

Se encuentra en el centro de Atenas y se llega a él después de un recorrido de unos 2 kilómetros apoteósicos por las calles de la ciudad. Es incalculable la cantidad de público que espera en Atenas la llegada de los participantes. La emoción que se siente en esos dos kilómetros neutraliza cualquier sensación de cansancio, cualquier molestia. Todo lo que has sufrido queda compensado. Es impresionante el calor del público ateniense y cómo animan para llevarte en volandas hasta la entrada al estadio.

Arco de meta del maratón de Atenas
Cruzando el arco de meta junto a mi amigo Carles.

Atenas es un maratón diferente al resto de grandes maratones

El maratón de Atenas es diferente al resto de grandes maratones en muchas cosas. Tiene numerosas particularidades que lo hacen único y algunas de ellas, en mi opinión, refuerzan su singularidad y autenticidad.

A priori puede parecer menos atractivo porque tiene una serie de “inconvenientes” que no se dan en otros grandes maratones: el enorme madrugón del día de la carrera, el desplazamiento de casi una hora hasta Maratón, un recorrido con más de 20 kilómetros de terreno en ascenso (la cuesta arriba más larga de una prueba de maratón) o correr sin público en la mayor parte de la carrera.

En cualquier gran maratón es habitual la presencia del público a lo largo de todo el recorrido, pero en el maratón de Atenas no es así. Hay público al principio, en la salida de Maratón, pero en cuanto se abandona esta localidad y se pone rumbo a Atenas la carrera discurre por una especie de carretera nacional sin público, salvo al atravesar pueblos como Nea Makri, Rafina, Pikermi… en los que todos los habitantes se echan a la calle para animar con muchísimo entusiasmo, ofreciendo ramitas de olivo como forma de desear buena suerte, bailando Shirtaki que es la danza popular griega por excelencia…

El público se concentra en las localidades por las que atraviesa la carrera y al final, en Atenas, pero hay casi un 80 por ciento del recorrido en el que se corre sin público. Quizá eso pueda resultar extraño o ser un inconveniente para alguien acostumbrado a correr maratones con animación en cada kilómetro y con presencia de público en todo el trazado; a mí me parece que correr solo durante tantos kilómetros le otorga un atractivo especial a esta carrera.

El maratón de Atenas te obliga a enfrentarte a la verdadera soledad del maratoniano, la famosa soledad del corredor de fondo. El maratón es una prueba deportiva que exige fortaleza mental y en un recorrido como el del maratón de Atenas pones a prueba tu fortaleza mental como en ningún otro maratón, al menos como en ningún otro que yo haya corrido.

Medalla oficial del maratón de Atenas
La medalla del maratón de Atenas tendrá un lugar de honor en mi medallero.

Los tiempos de Abel Antón y Martín Fiz en el Mundial de 1997, una proeza

Después de haber corrido el maratón de Atenas y haber sufrido su dureza y exigencia, considero una auténtica proeza los tiempos firmados por Abel Antón y Martín Fiz en el mundial de Atenas 1997, 2h 13m 16s y 2h 13m 21s, al proclamarse campeón y subcampeón del mundo de maratón.

Los registros de Antón y Fiz en aquel mundial son asombrosos. Cuando conoces el recorrido das muchísimo más valor a lo que hicieron. Es un recorrido rompepiernas de una exigencia brutal. Me resulta casi de ciencia ficción pensar en correr a ritmos tan altos en un trazado como el del maratón de Atenas.

En todas mis participaciones en maratones había conseguido ser sub 3 horas (excepto en Estocolmo en 2018) y con esa ambición tome la salida en Maratón, pero la carrera me puso en mi sitio. Al final paré el crono en 3h 09m, un tiempo que celebro con igual ilusión que cualquiera de mis mejores registros (2h37m y 2h42m en Valencia 2013 y Valencia 2012, respectivamente).

He cumplido un sueño. He tachado de mi lista de deseos el que para mí siempre ha sido el maratón por excelencia. He vivido la llegada a meta más emocionante de mi vida y lo he hecho acompañado por dos grandes amigos, Borja y Carles,  a los que me unen muchas carreras y muchos kilómetros corriendo, pero desde ahora, además, nos une haber vivido juntos la experiencia del gran maratón de Atenas, el auténtico.

El maratón de Atenas finaliza en Estadio Panathinaikó.
Festejando con Carles el sueño hecho realidad sobre la pista del Estadio Panathinaikó de Atenas.

Otros dos grandes amigos, José Luis y Chema, tendrían que haberlo vivido también, pero por diferentes circunstancias personales no pudieron. Espero y deseo que algún día podamos formar los cinco, como estaba previsto en 2023, en la línea de salida de Maratón y enfrentarnos juntos a los 42,195 kilómetros con más historia. Confío en que la vida me permita volver a disfrutar de nuevo de la experiencia única de entrar corriendo al Estadio Panathinaikó de Atenas.

Animo de corazón a cualquier corredor o corredora que ame el maratón a soñar con disputar alguna vez en su vida el maratón de Atenas.

Julio Mas COO de 42K

Texto para 42K de:

Julio Mas

COO de 42K

Julio Más Lajara es el COO (Chief Operating Officer) de 42K. Es una apasionado del running (tanto de asfalto como de montaña) y del ciclismo. Ha corrido 14 maratones e innumerables pruebas ciclistas de larga distancia. Cumplió su sueño de ser ironman en Regesburg (Alemania).

Otras entradas de Julio Mas

    Comentarios

    ¡Publica un primer comentario para esta entrada!

    Deja una respuesta

    Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

    ¡No soy un robot! *Captcha cargando...

    Parque Empresarial Táctica,
    C/ 2B nave 10 · 46980 Paterna
    Valencia · Spain

    • Tienda Online: +34 960 105 985 (ext. 212)
    • Equipaciones para Clubes: +34 960 105 985 (ext. 213)
    • Eventos y carreras: +34 960 105 969
    • Administración: +34 960 105 969 (ext. 201)
    • Comercial Internacional: +39 07761 930 613

    42K · Todos los derechos reservados