La 'rodilla del corredor', un problema de cadera
por David Valenzuela Díaz
¿Qué ocurre cuando en la preparación de una carrera importante te pasas de kilómetros? Pues que tienes muchas probabilidades de sufrir lesión de la cintilla iliotibial o, como más comúnmente se le suele conocer, rodilla del corredor o cintilla del corredor.
‘Rodilla del corredor’ o síndrome de la cintilla iliotibial
Recuerdo que en 2015 recibí una llamada telefónica un miércoles, cuatro días antes de la celebración del maratón de Valencia. Desde el otro lado de la línea telefónica me dijeron: “Hola David, soy amigo de Jacob y me ha dicho que tú puedes quitarme mi problema de ‘rodilla del corredor’ para este domingo que corro el maratón de Valencia y quiero hacer marca personal”. Mi contestación fue la siguiente: “Lo de hacer marca personal va a depender mucho de si puedes correr o no el domingo”.
Lo cité de inmediato en consulta y comprobé que había acumulado un entrenamiento excesivo, muy exigente en cuanto a kilometraje; además, descubrí que tenía una rodilla excesivamente valga, con un tobillo excesivamente valgo y un timming muscular incorrecto que activaba el tensor de la fascia lata y se lo contracturaba hasta el punto de no poder correr.
Le dije que iba a parchear su problema de ‘rodilla del corredor’ para intentar que pudiera competir el domingo, aunque le advertí que no le podía garantizar que pudiera acabar la carrera. Decidí hacer el siguiente tratamiento:
- Punción seca y electropunción del tensor de la fascia lata.
- Un vendaje funcional de rodilla que alineara su rodilla al impactar.
- Un vendaje de tobillo que evitara el valgo excesivo que generaba la activación del tensor de la fascia lata.
Le pedí que probara a correr 10 kilómetros al día siguiente, jueves (3 días antes de la competición) y le comenté que si todo iba bien después de ese entrenamiento, podía tener esperanzas de tomar la salida en el maratón y contemplar la posibilidad de completar los 42,195 kilómetros a pesar de su problema de ‘rodilla del corredor’.
Al día siguiente salió a entrenar y acabó haciendo 18 kilómetros (y no 10, como yo le había dicho) “porque me encontraba bien”. “¿Con esto podré acabar el maratón?”, me preguntó después de confesar que había hecho 18 kilómetros; mi respuesta fue “vamos a intentarlo”, sin más.
Obviamente, él no sabía (y yo no se lo dije) que con cada impacto los vendajes de la rodilla y del tobillo perderían eficacia y que poco a poco volvería a tener dolor; mi esperanza era que pudiera llegar sin problema hasta el kilómetro 25 y que a partir de ahí pudiera aguantar con el dolor en aumento que iba a sufrir.
Esta situación real que he contado (y que me ha pasado en más ocasiones a lo largo de mi carrera profesional) es algo a lo que nos tenemos que enfrentar en ocasiones los fisios deportivos. Y en una situación así hay que tomar la decisión de hacer fisioterapia paliativa, es decir, hay que hacer lo que sea para que el deportista pueda competir, dejando a un lado la fisioterapia terapéutica que pondría solución a su problema.
Pero, ¿qué es la ‘rodilla del corredor’ o cintilla del corredor?
El síndrome de la rodilla del corredor o síndrome de la cintilla iliotibial es una lesión frecuente en corredores con preparaciones demasiado intensas y con acumulación de demasiados kilómetros en las piernas.
Es una lesión que comienza con dolor en la parte externa de la rodilla y va aumentando progresivamente llegando a ser muy intenso cuando se realizan tiradas largas o entrenamientos con demasiados impactos. Es un dolor que empieza suave y que va en aumento hasta llegar a una sensación de quemazón dolorosa que acaba obligando a parar porque la sensación de dolor se hace insoportable.
El músculo afectado y que está detrás del problema conocido como ‘rodilla del corredor’ es el músculo tensor de la fascia lata; se trata de un músculo de la cadera con un tendón largo que llega a insertarse en la rodilla en su cara externa. Cuando comienza el dolor es normal confundirlo con algún problema de rodilla, pero realmente el problema está en el músculo tensor de la cadera.
Un corredor o corredora que tenga falta de musculatura aductora y limitación en la musculatura abductora generará una sobrecarga que producirá dolor en la rodilla. Esto quiere decir que si tiene más fuerza en la parte externa que en la parte interna (la aducción es la que cierra la pierna y la abducción es la que la abre), al tener más fuerza en la parte abductora (la que abre) va a generar dolor en la rodilla, pero realmente el problema es de cadera.
¿Qué hay que tener en cuenta a la hora de valorar un síndrome de rodilla del corredor?
- Debilidad en musculatura abductora de la cadera por sobrecarga.
- Corredor con mala alineación de la entrada del pie en el suelo generando un valgo o varo de la rodilla, lo provocará sobreestiramiento o debilidad en el tensor de la fascia lata.
- Una pierna corta del corredor generará un cambio de pesos que producirá más carga en una rodilla; para no rozar con el suelo el deportista tiene tendencia a correr haciendo una abducción.
- Un exceso de valgo en los tobillos por pérdida de fuerza en el tibial posterior obligará al corredor a elevar el pie generando un mal vuelo en la zancada, obligando al tensor de la fascia lata a elevar la pierna.
- Trabajo multidisciplinar entre fisioterapeuta, preparador físico y podólogo para poder generar una buena biomecánica en el paciente.
¿Qué hay que hacer en caso de sufrir ‘rodilla del corredor’?
- En primer lugar, hay que tener en cuenta que sí trabajamos la musculatura sin controlar la postura del pie (captor podal) no conseguiremos tratar la lesión.
- En segundo lugar, hay que recordar que la ‘rodilla del corredor’ es en realidad un problema de cadera por lo tanto hay que mejorar movilidad y fuerza de la cadera.
- En tercer lugar, hay que controlar todo el trabajo de fuerza de la musculatura intrínseca del pie para mejorar la adaptación de la rodilla al suelo.
- En cuarto lugar, nos veremos obligados a hacer entrenamientos con menos kilómetros.
- Es conveniente ayudar en períodos de descanso con entrenamientos dentro del agua y sesiones de bicicleta
- Acudir al fisioterapeuta una vez a la semana para mejorar el timming muscular y quitar tono muscular.
Volviendo al paciente del principio, pudo terminar la carrera e incluso bajó el tiempo del año anterior. Cuando el lunes volvió a consulta tras el maratón observé que tenía el empeine quemado y entonces le pregunté ¿qué le había pasado y cómo había sido capaz de bajar su marca?
Me contó que a la altura del kilómetro 15 tuvo un percance en un avituallamiento: «Al acercarme al avituallamiento pisé sin darme cuenta una cáscara de plátano, resbalé y me colé por debajo de la mesa del avituallamiento tirándome todos los vasos de agua por encima. Todo el vendaje del tobillo se quedó empapado de agua y comenzó a rozarme al cabo de unos kilómetros provocándome tal dolor que me olvidé por completo del dolor de la rodilla. Al final, apreté y acabé esprintando», me explicó sonriente con su quemadura de 2º grado en el empeine.
Moraleja: nunca dejes de perseguir tus sueños. En la competición cualquier detalle es válido para poder conseguir los objetivos. El deporte no es sano, la competición no es sana, pero el fisioterapeuta deportivo está ahí para entenderte, apoyarte y con un poco de suerte “curarte”.
Hoy en día, este paciente sigue corriendo maratones con plantillas, con menos carga de entrenamiento y menos acumulación de kilómetros, con una activación de cadera óptima, con su rodilla y pie alineados perfectamente para poder disfrutar del deporte que le encanta.
Enhorabuena a todos los corredores y corredoras que contra viento y marea tienen el valor de plantarse en una línea de salida para intentar conseguir sus retos deportivos; los fisios deportivos os acompañaremos siempre.
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El fisioterapeuta deportivo David Valenzuela es uno de los colaboradores habituales en el blog de 42K. Por su consulta pasan muchos corredores y corredoras de fondo, trail running, pista, etc., así que conoce a la perfección cuáles son las principales lesiones que existen en el mundo del running, como es el caso de la periostitis tibial, la fascitis plantar, la tendinopatía rotuliana y tendinopatía aquilea, la lumbalgia, la rotura de isquiotibiales o el esguince de tobillo.
Texto para 42K de:
David Valenzuela Díaz
Fisioterapeuta en BOX55
David Valenzuela Díaz es diplomado en fisioterapia por la Universidad Cardenal Herrera CEU y Máster en valoración, fisioterapia y readaptación deportiva por la Universidad de Valencia. Es CEO de BOX55 Fisioterapia y Academia SL, de BOX55 Academy y de Valobando SL Functional Biomechanical Analysis.
David Valenzuela, CEO de BOX55
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